El viaje del alma

El alma no tiene raza, no tiene religión, solo conoce el Amor y la Compasión.
Todos somos seres divinos, hace miles de años que lo sabemos, pero nos hemos olvidado y,
para volver a casa tenemos que recordar el camino. BRIAN WEISS




lunes, 12 de septiembre de 2022

Diario íntimo de un babau (8) ¿Quien soy?

  

                                           Lunes 12 de septiembre 2022

 

Hay días en los que me levanto con un pensamiento que se repite una y otra vez en mi cabeza. Como si fuera el estribillo de una canción pegadiza de verano. Aunque, si fuera una canción estaría bien, ya que es el recurso que utilizo cuando algún pensamiento descontrolado toma posesión de mi mente. Pero hoy no era una canción.

Hoy me he despertado con una pregunta que, me daba la impresión de estar no solo en el interior sino, también, revoloteando por el exterior de mi cuerpo. Tocaba en una parte de mi cuerpo y se alejaba rebotando como una pelota hasta hacer contacto con otra parte. Ahora en el hombro izquierdo, en el siguiente rebote se iba a la rodilla derecha y, después, a la frente. Era como una pelota sin fricción, por lo tanto, nada podía frenar sus saltos.

Tenía que detenerlo porque iba a volverme loco escuchando la misma pregunta una y otra vez: “¿Quién soy?”.

Entre un rebote y el siguiente me preguntaba, conscientemente, porqué habría despertado con esa pregunta. Es curioso. Es cuando despierto en las mañanas cuando puedo hacerlo con distintas emociones, y no encuentro una razón lógica para que eso ocurra. Puedo despertar con miedo, con ansiedad, con tristeza, con algún pensamiento malévolo o, como hoy con una pregunta, que parece tonta. Menos mal que no es cada día, ya que puede ser una o dos veces al mes.

Sé que pueden ser varios los detonantes para que eso pase, como podría ser por estar pasando un momento complicado en la vida, por un problema sin resolver, por preocupaciones o, simplemente, por mucho estrés acumulado a lo largo de un periodo de tiempo.

Es cierto, mi vida no es fácil, pero estoy entrenado, y el día que despierto con alguna de esas emociones, en media hora consigo estabilizarme. La meditación hace milagros.

A veces pienso, (pensamientos de babau), que alguna de estas emociones o pensamientos que siento al despertar tienen su origen en algo que ocurre durante el sueño. Por alguna, desconocida, razón, en esa doble vida que tenemos al dormir, sucede algo, en alguna proyección astral, que hace que al despertar mantengamos la emoción o el pensamiento que teníamos en nuestro sueño. En el caso de hoy, es posible que alguien me preguntara, al otro lado de la vida, quien era yo, y ahí quedó la pregunta, volviéndome loco una vez despierto.

Hoy me pareció que sentarme a meditar no sería una buena idea, porque lo único que iba a conseguir era dejarle más espacio a la pregunta. Pensé que lo mejor sería responder.

¿Quién soy?

¡Uf!, Sayri. ¡Que problema! Y ¿quién soy yo?

¿Seré Alfonso?, pensándolo bien no soy Alfonso. Alfonso es mi nombre o, mejor, el nombre de este cuerpo.

Entonces, ¿seré sanador, escribidor, instructor de yoga o guía de meditación? No, porque eso, si acaso, sería lo que yo hago, no quien soy. Y no lo he hecho siempre y, tampoco, durará para siempre. Por lo tanto, esa respuesta, también, es errónea. Esa es la ocupación de mi cuerpo.

¿Será que soy hijo, padre, hermano, esposo, abuelo? No. Esto tampoco. Porque eso no es quién soy, eso solo es una condición. Todos somos hijos porque hemos nacido de una madre. Y podemos tener hermanos, casarnos y ser padres y abuelos. Pero eso no define, en absoluto, quién soy. Es algo inherente al cuerpo.

 Todas las respuestas que estoy dando se corresponden con el cuerpo y, ¿por qué lo hago, si tengo claro que no soy el cuerpo?

Por lo tanto, la respuesta a la pregunta ¿Quién soy? No se puede responder pensando en el cuerpo. Hay que ir más allá. Y más allá del cuerpo está el alma. Y el alma si que es eterna, porque no es algo que aparece un día y desaparece otro día con la muerte, como pasa con el cuerpo. El alma es inmortal.

Por lo tanto, la respuesta solo puede ser: “Yo Soy el alma”. Y aún podría añadir algo más: “Yo Soy uno con Dios”, porque como te contaba el pasado jueves somos un punto de luz desgajado de la Energía Divina.

¡Que descanso!, haber encontrado la respuesta. Sayri, tú ¿qué opinas?  

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