El viaje del alma

El alma no tiene raza, no tiene religión, solo conoce el Amor y la Compasión.
Todos somos seres divinos, hace miles de años que lo sabemos, pero nos hemos olvidado y,
para volver a casa tenemos que recordar el camino. BRIAN WEISS




miércoles, 28 de septiembre de 2022

La aventura de vivir

 


Capítulo IX. Parte 8. NOVELA "Ocurrió en Lima"

-    ¿Qué pasaba cuando en la carrera no aprobabas una asignatura? –a veces las preguntas de Ángel eran de Perogrullo.

-    Pues que repites la asignatura –no era difícil la respuesta.

-    La vida, querido Antay, es una sucesión de asignaturas y aprendizajes. Cuando has aprendido pasas al aprendizaje siguiente, mientras tanto tienes que repetirlo, hasta que lo aprendes. Por eso hay situaciones que se repiten, las veces que sean necesarias, o que parece que no tienen fin. Y si en esta vida no terminas de aprender una lección, la vas a repetir en el curso siguiente, es decir, en una próxima vida.

-    ¿De qué sirve la planificación de la vida? –estaba empezando a entender que pocas planificaciones debían de cumplirse.

-    La planificación es una guía, es un mapa de ruta. Pero una vez en la vida física, como el ser humano no es consciente de que es lo que ha venido a hacer, comienza a seguir los designios de su mente y, se vuelca por completo en la vida de la materia. Para él no existe otra cosa que la mente.

-    ¿Cómo seguir algo, como la planificación de la vida, si no se conoce? –me parecía tan obvio- en realidad, no es que no conozcamos nuestra planificación, es que ni tan siquiera sabemos que existe un Plan de Vida.

-    Si, tienes razón. Pero en lugar de escuchar la voz de la mente solo tienes que escuchar la voz de la conciencia, que es la voz de Dios. Supongo que alguna vez has hecho algo, en tu vida, que te ha hecho sentir remordimiento y que has estado dando vueltas buscando en tu interior una especie de arrepentimiento.

-    Sí, más de una vez. 

-    Cada vez que te ocurre eso, no estas siguiendo tu planificación de vida. Actúas en contra de la vida, en contra de tu programación, en contra de tu alma y en contra de Dios.

-    Y ¿qué se tiene que hacer?

-    Todas las programaciones tienen una base: el amor. Por lo tanto, solo tienes que respetar al otro. Amarle. Imaginar que estás tratando contigo mismo y que tienes delante a Dios.

-    ¿Por qué imaginar que es Dios?, ¿por qué me va a castigar por mi mala acción?

-    No hay malas acciones. Solo hay pensamientos erróneos que te llevan a realizar acciones equivocadas. Por eso hay que salir de la mente y enfocarse en Dios. 

>> Y cuando pienses en Dios, no creas que es ese Ser que está vigilándote, desde arriba, para premiarte con el cielo, cuando haces bien, o para enviarte al infierno, cuando haces mal.

>> Dios ni premia, ni castiga, ni vigila. Lo único que hace Dios es amarte por encima de cualquier cosa.

>> El ser humano viene a la vida, por propia decisión, para encontrarse con Dios. Pero una vez en la vida eso lo olvida y, en lugar de encontrarse con Dios, trata de esconderse de Él.

-    Ángel, es normal que eso ocurra. Las religiones nos presentan a Dios como un Ser que nos ama, sí, pero nos ama para perdonarnos los pecados, cuando nos arrepentimos, porque si no lo hacemos nos envía al infierno –al menos, esa es la enseñanza que yo he recibido.

-    No existe el pecado, ni el cielo ni el infierno y Dios ya te he dicho que “Es”. Eso quiere decir que todo Es Dios.

>> El pecado no existe, existen pensamientos erróneos. El pecado solo es el instrumento que utilizan algunas religiones para manipular a sus seguidores y conseguir que sus adeptos sigan fieles a sus enseñanzas atenazados por el miedo que les provoca el castigo eterno. El cielo tampoco existe, tal como hacen creer las religiones. Cuando se deja el cuerpo se está en otro estado vibracional, pero no se está en un lugar concreto, que se denomine cielo. Y el infierno tampoco es ese lugar de fuego donde se queman las almas sin llegar a consumirse. Ya te dije el día que nos conocimos que el infierno, el auténtico y verdadero infierno, no está después de la muerte, está ahora, en la vida, es la mente de la persona la única que le hace sufrir sin necesidad de fuego.

>> Sal de la mente para alejarte de tu infierno particular y escucha el silencio. Ahí está Dios.

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