Hace muchos años que ase repite
a la humanidad: “No se puede servir a dos amos”. ¿Por qué? Porque no existe
sino una Inteligencia, una Presencia, un Poder que pueda actuar, y esa
presencia es Dios en ti. Cuando tu te vuelves a la manifestación exterior y
crees en el poder de las apariencias, estas sirviendo a un dueño falso y
usurpador que sólo encuentra una apariencia porque contiene energía de Dios, la
cual está usando mal.
Tu
habilidad para levantar la mano y la vida que fluye a través del sistema
nervioso de tu cuerpo es Dios en Acción. Debéis tratar de utilizar esta forma
sencilla de recordar a Dios en Acción dentro de vosotros.
Cuando
camines por la calle piensa por un momento: “Esta es la Inteligencia Divina y
el Poder que me hace caminar, y ésta es la Inteligencia que me dice a dónde voy”.
Verás
que ya no es posible que continúes sin comprender que cada movimiento que hagas
es Dios en Acción. Cada pensamiento en tu mente es Energía Divina que te
permite pensar. Ya que sabes que este es un hecho indiscutible, ¿por qué no
adorar y dar plena confianza, fe y aceptación a la Magna Presencia de Dios en
cada uno, en lugar de mirar la expresión externa que está calificada y
coloreada por el concepto humano de las cosas?
La
expresión exterior de vida no es sino un constante y cambiante cuadro que la
mente exterior ha creado, presumiendo ser el actor verdadero. De modo que la
atención está constantemente fija en la apariencia externa que solo contiene imperfecciones,
y lo cual ha hecho que los hijos de Dios hayan olvidado su propia Divinidad,
teniendo de nuevo que regresar a ella.
SAINT GERMAIN
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