“El
ganso de la nieve no necesita un baño para hacerse blanco. 
Asimismo,
tú tampoco necesitas hacer nada más que ser tú mismo”
Esta
cita de Lao Tse nos invita a reflexionar sobre la autenticidad y el valor
intrínseco que cada persona posee. 
En
una sociedad que constantemente nos empuja a cambiar, a mejorar, a encajar en
moldes ajenos, esta frase nos recuerda que no necesitamos adornarnos ni
transformarnos para ser valiosos. Nuestra esencia, tal como es, ya tiene luz
propia. El ganso no se esfuerza por ser blanco; simplemente lo es. De igual
forma, nosotros no debemos esforzarnos por ser lo que otros esperan, sino
abrazar lo que somos.
Cultivar
la autoestima implica reconocer que no necesitamos validación externa para
sentirnos completos. Es un acto de amor propio aceptar nuestras virtudes y
defectos, nuestras fortalezas y vulnerabilidades. Ser uno mismo no es
conformismo, sino valentía: es caminar por la vida con la certeza de que
nuestra autenticidad es suficiente. Cuando dejamos de compararnos y empezamos a
valorarnos, florecemos con naturalidad, como el ganso en la nieve. La verdadera
paz interior surge cuando dejamos de luchar contra lo que somos y empezamos a
vivir desde la verdad de nuestro ser.

 
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