El soberano bien no aumenta ni
disminuye; la felicidad no crece ni mengua; subsiste siempre en la misma
proporción; haga lo que quiera la fortuna: si el sabio alcanza una vejez
prolongada, o acaba sin llegar a la vejez, la medida de su buenaventura, es la
misma para él, sea cual fuere la diferencia de edad.
Cuando
describes un círculo, grande o pequeño, el espacio varía, pero no la forma: igualmente,
lo que es recto y justo no se mide por el tamaño, la cantidad o la duración. Las
dimensiones varían sin que cambie la esencia de las cosas.
LUCIO ANNEO SÉNECA
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